Escritorios juveniles: ¿De qué tamaño debo comprar uno para mi hijo?

Escritorios juveniles

El escritorio de tu hijo tiene que cumplir dos cosas: Tiene que ser del tamaño adecuado para tu hijo, y también tiene que encajar en la habitación en la que va a estar. 

Sin embargo, tu hijo crecerá y la habitación no; así que, para empezar, es una buena idea comprar escritorios juveniles de tamaño único, o al menos uno que sea un poco más grande de lo que crees que será necesario, para que tu hijo pueda utilizarlo durante más tiempo.

Como regla general, puedes seguir la siguiente guía de edades para calibrar el ancho del escritorio que debes adquirir:

2-4 años: Para los pequeños que utilizan escritorios a esta temprana edad, sólo necesitas un escritorio pequeño de unos 3 ó 4 pies de ancho.

5-7 años: Cuando tu hijo sea un poco más mayor, le vendrá mejor un escritorio de hasta 1,5 metros de ancho.

8-12 años: Entre los 8 y los 12 años, el metro y medio sigue siendo una buena longitud, pero quizá debas considerar la posibilidad de elegir un escritorio más profundo, o uno con accesorios como cajones y un armario.

Más de 12 años: En este punto, es probable que resulte rentable comprar simplemente un escritorio de tamaño adulto.

Para asegurarte de que el escritorio se ajusta a la habitación, deberás empezar por medir el lugar donde irá el escritorio. Guarda esta medida en un lugar de fácil acceso y luego consúltala cada vez que busques escritorios juveniles

Tenga cuidado de utilizar los criterios de búsqueda para asegurarse de que no está buscando escritorios que simplemente no encajan.

¿Cuál es el mejor material para un escritorio infantil?

La madera es, con diferencia, el material más popular en cuanto a escritorios para personas de cualquier edad. Es bonito, se puede pintar a tu gusto, puede venir en diferentes tonos para combinar con diferentes estilos y es intemporal. 

Sin embargo, si buscas un ambiente más industrial, un escritorio de metal también puede funcionar; para los niños más pequeños, los escritorios de plástico ofrecen una sensación de seguridad y durabilidad.

El plástico es una buena idea si buscas un escritorio que pueda estar al aire libre, o si crees que tu hijo será relativamente desordenado con su trabajo de escritorio, ya que el plástico suele ser más fácil de limpiar. Por este motivo, el plástico puede ser una buena idea para los escritorios de niños muy pequeños.

Por lo demás, la madera es probablemente la mejor opción, por su longevidad y máxima versatilidad.

¿Qué más van a necesitar?

El escritorio es sólo el principio de su configuración, tanto si se trata de crear un espacio divertido para hacer manualidades y colorear como si se va a utilizar para estudiar. También hay que tener en cuenta qué otras cosas van a necesitar y qué pueden resultarles útiles, lo que ayudará a tu hijo a sacar el máximo provecho de su escritorio. 

  • Una silla adecuada

Para empezar, debes asegurarte de que tu hijo tenga una silla adecuada para su escritorio. Lo ideal es que la silla esté siempre junto al escritorio, en lugar de utilizar una silla de comedor o una que tenga que trasladar a su habitación. Así se asegurará de que esté allí cuando necesite usar su escritorio, lo que le animará a hacerlo. 

Una silla de oficina que permita realizar ajustes y que favorezca una buena postura es siempre una buena idea para los niños mayores, que probablemente pasen más tiempo trabajando en su escritorio. Así se asegurará de que puedan sentarse cómodamente, de que no les duela la espalda y de que puedan concentrarse durante más tiempo. 

En cuanto a las sillas de los niños más pequeños, tienes un poco más de margen de maniobra. Si bien es cierto que hay que animarles a sentarse correctamente, es poco probable que se beneficien de una silla de oficina; además, no querrás arriesgarte a que jueguen con las palancas y las rompan. 

En este caso, algo como nuestra silla lateral Harrow funcionará, ya que sigue siendo cómoda y resistente, y además está disponible en nueve colores diferentes para que puedas combinarla con la habitación de tu hijo.

  • Almacenamiento

Tanto si los escritorios juveniles son para las tareas escolares, para la diversión o para ambas cosas, el almacenamiento va a ser necesario. 

Darle un lugar para poner los bolígrafos, el papel, la pintura, los cuadernos y cualquier otra cosa que utilice en su escritorio ayudará a mantener su habitación ordenada -en teoría, al menos- y te permitirá llevar un control de lo que se está acabando. 

Puedes hacerles la vida más fácil optando por un escritorio con almacenamiento, que puede incluir cajones, pedestales o incluso estanterías, o elegir algún tipo de almacenamiento adicional que se adapte a su espacio. 

Entre las opciones prácticas de almacenamiento se encuentran los archivadores, que ofrecen cajones profundos ideales para los materiales de manualidades, y los armarios de persiana, que tienen puertas correderas para facilitar el acceso, lo que los convierte en una gran opción si utiliza cajas o bandejas para mantener los materiales organizados.

Y lo que es mejor, si opta por las opciones de almacenamiento en altura, podrá crear una zona de escritorio ordenada en el dormitorio de su hijo, además de proporcionarle un espacio de trabajo adicional. Esto es ideal si quieres colocar una lámpara de escritorio, una tabla de deberes o cualquier otra cosa que a tu hijo le guste o le resulte útil.